Creo que una de las características del entorno más influyentes —y a veces menos visibles— es la cultura, que establece ciertas normas/expectativas sobre lo que se considera "adecuado" hacer y cómo. Muchas veces las seguimos sin cuestionarlas, especialmente en la infancia. Luego, en la adolescencia, empezamos a cuestionar estos patrones. Y ya en la adultez, estas elecciones se ven aún más influenciadas por nuestras responsabilidades.
Por ejemplo, culturalmente en mi familia siempre se ha valorado el hacer actividades en grupo, y eso ha influido en que yo disfrute especialmente las ocupaciones compartidas, como talleres grupales, eventos masivos o celebraciones con muchos miembros de mi entorno social al mismo tiempo. Es parte de cómo me relaciono con el mundo y de lo que me da sentido.
Además de las características del entorno, es importante reconocer la dinámicas transaccionales que el MOHO nos muestra. Más allá de las barreras o facilitadores del desempeño, comprender cómo las características de la dimensión social u ocupacional del contexto influyen en nuestra volición, nuestro sentido de capacidad, en los hábitos... es una dinámica que muchas veces escapa del razonamiento profesional.
El ambiente físico y social impacta a diario, tanto en el área laboral, como también en el área personal. Los entornos pueden facilitar o presentar una barrera en mi desempeño, por lo tanto a diario observo como influyen en mi cotidiano y rutina. Por mi parte necesito contar con espacios ordenados y con luz para poder tener claridad de lo que debo realizar en el día a día. En cuanto al ambiente social, creo que la comunicación es clave.
Creo que una de las características del entorno más influyentes —y a veces menos visibles— es la cultura, que establece ciertas normas/expectativas sobre lo que se considera "adecuado" hacer y cómo. Muchas veces las seguimos sin cuestionarlas, especialmente en la infancia. Luego, en la adolescencia, empezamos a cuestionar estos patrones. Y ya en la adultez, estas elecciones se ven aún más influenciadas por nuestras responsabilidades.
Por ejemplo, culturalmente en mi familia siempre se ha valorado el hacer actividades en grupo, y eso ha influido en que yo disfrute especialmente las ocupaciones compartidas, como talleres grupales, eventos masivos o celebraciones con muchos miembros de mi entorno social al mismo tiempo. Es parte de cómo me relaciono con el mundo y de lo que me da sentido.
Además de las características del entorno, es importante reconocer la dinámicas transaccionales que el MOHO nos muestra. Más allá de las barreras o facilitadores del desempeño, comprender cómo las características de la dimensión social u ocupacional del contexto influyen en nuestra volición, nuestro sentido de capacidad, en los hábitos... es una dinámica que muchas veces escapa del razonamiento profesional.
El ambiente físico y social impacta a diario, tanto en el área laboral, como también en el área personal. Los entornos pueden facilitar o presentar una barrera en mi desempeño, por lo tanto a diario observo como influyen en mi cotidiano y rutina. Por mi parte necesito contar con espacios ordenados y con luz para poder tener claridad de lo que debo realizar en el día a día. En cuanto al ambiente social, creo que la comunicación es clave.